TRANSFORMAR UNA CRISIS EN OPORTUNIDAD
Un 48% de las empresas falla en sus estrategias por falta de indicadores de negocio que no siguen un plan. Definir objetivos que tienen que ver con el rumbo de la empresa y lo que busca lograr y, posteriormente, convertirlos en indicadores y medirlos. Las empresas deben saber hacia dónde se quieren mover y si tienen capacidad de ejecución, así como contar con una planeación estratégica y económica que les permita implementar los cambios en toda la organización. Esa estrategia se debe estructurar de manera sencilla para poderla comunicar a las personas, y a posterior liderada de forma ordenada según los pasos estipulados en los procesos previamente trabajados. El nuevo modelo convoca a la gente a emplear una brújula y un conjunto de principios y valores para crear medios con los cuales alcanzar los fines.
La tendencia natural de la mayoría de las organizaciones es la de pronosticar extrapolando tendencias y llamar a eso “planificación estratégica”. Una buena planificación estratégica refleja tanto la visión como la corriente. Asegúrate de que tu rumbo estratégico no se aparte de tu misión y de que refleje tu visión y valores, y refleje también la realidad del medio, la corriente, para no producir bienes y servicios obsoletos. Generar y mantener ese equilibrio es una ardua tarea. Demanda muchísimo juicio y sabiduría. Requiere de un radar social en relación con la corriente. También exige un profundo compromiso y conciencia respecto del sistema de valores.