
Andrés Hassen
Soy economista y director financiero en ARH ECONOMIST, una empresa dedicada al desarrollo de negocios y al asesoramiento financiero para empresas nacionales e internacionales. Cuento con más de 15 años de experiencia en el sector financiero, donde he liderado la planificación, la ejecución y el control de la estrategia financiera, alineada con el presupuesto y los objetivos de la organización.
Mi misión es garantizar la sostenibilidad, la liquidez y la viabilidad de las empresas que represento, optimizando los recursos económicos, evaluando y gestionando los riesgos, y aprovechando las oportunidades del mercado. Para ello, me apoyo en una visión global y tecnológica, que me permite analizar los datos y las tendencias locales y globales, y adaptarme al entorno volátil y competitivo. Gracias a mi formación como MBA y a mis estudios en el exterior, tengo una amplia perspectiva y un enfoque innovador. Mi pasión es el crecimiento futuro, por eso trabajo de forma externa y ordenada con un plan que nos permita cumplir los resultados esperados, siempre teniendo en cuenta las necesidades y expectativas de los clientes.
EL ESTILO EQUIVOCADO DE LOS LÍDERES
Nuestra orientación temprana tiene un enorme impacto sobre nuestro estilo porque nuestra necesidad emocional y psicológica de ser aceptados es muy poderosa cuando somos muy dependientes. Cuando descubrimos un estilo muy diferente del nuestro –cáustico, abusivo o de confrontación, por ejemplo, podemos sufrir un impacto.
Cuando la gente se enfrenta con una nueva corriente, con un nuevo sistema de valores que no es coherente con su estilo de vida particular sea este autoritario, permisivo o democrático–, debe nacer de nuevo. Debe integrarse en el nuevo sistema de valores hasta el punto de ser reprogramada por éste, que se convertirá, a su vez, en el nuevo estatuto de su propia vida personal.
El estilo de estos altos cargos que cumplen un rol de mentores influye fuertemente sobre el de su personal, y la mayor parte de las personas recibe una orientación enfocada hacia la administración, no hacia el liderazgo.
MASTER EN EDUCACIÓN FINANCIERA
A través del máster en educación financiera dotamos a las personas de las competencias necesarias para gestionar sus finanzas ya sea tanto a nivel personal, como lo es en sus empresas.
Mediante la enseñanza de conceptos económicos y financieros, ayudamos a las personas y empresas a tomar mejores decisiones sobre cómo administrar sus recursos contribuyendo así a la seguridad y protección de sus finanzas y patrimonio. Prevenir los riesgos es ir un paso por delante, entendamos la palabra riesgos como oportunidades de negocios, donde poder ser aún más productivos y rentables. Disponer de las herramientas necesarias para gestionar situaciones complejas y no tan complejas a través de Risk Montecarlo, o por inteligencia artificial dotan a las personas de patrones de comportamiento que mejoraran su economía. Diversificar las inversiones para minimizar los riesgos, elaborar tu plan de negocios personalizado para
protegerlo de forma fiscal, y maximizar la rentabilidad de cada una de las operaciones.
TRANSFORMAR UNA CRISIS EN OPORTUNIDAD
Un 48% de las empresas falla en sus estrategias por falta de indicadores de negocio que no siguen un plan. Definir objetivos que tienen que ver con el rumbo de la empresa y lo que busca lograr y, posteriormente, convertirlos en indicadores y medirlos. Las empresas deben saber hacia dónde se quieren mover y si tienen capacidad de ejecución, así como contar con una planeación estratégica y económica que les permita implementar los cambios en toda la organización. Esa estrategia se debe estructurar de manera sencilla para poderla comunicar a las personas, y a posterior liderada de forma ordenada según los pasos estipulados en los procesos previamente trabajados. El nuevo modelo convoca a la gente a emplear una brújula y un conjunto de principios y valores para crear medios con los cuales alcanzar los fines.
La tendencia natural de la mayoría de las organizaciones es la de pronosticar extrapolando tendencias y llamar a eso “planificación estratégica”. Una buena planificación estratégica refleja tanto la visión como la corriente. Asegúrate de que tu rumbo estratégico no se aparte de tu misión y de que refleje tu visión y valores, y refleje también la realidad del medio, la corriente, para no producir bienes y servicios obsoletos. Generar y mantener ese equilibrio es una ardua tarea. Demanda muchísimo juicio y sabiduría. Requiere de un radar social en relación con la corriente. También exige un profundo compromiso y conciencia respecto del sistema de valores.

